Viña y Terruño

Terruño Atos Pampa

El viñedo crece en una zona de suaves lomadas, a 1200 metros sobre el nivel del mar. La notable amplitud térmica superior a los 25 grados, repercute favorablemente en el color y aroma de los frutos. Soles intensos y noches frescas colaboran en la generación de un microclima óptimo para la vid.

El suelo es pedregoso rocoso con 10 cm de tierra franca y manto vegetal, nutrido por aguas de vertiente que nacen en la finca. El buen drenaje y los minerales que absorben las vides le dan al vino complejidad y elegancia.

Las lluvias, que se distribuyen entre enero y febrero, permiten la maduración tardía de las bayas y las brisas constantes contribuyen a la sanidad vegetal. Así, altura, clima, suelo y pureza del agua colaboran para el logro de vinos expresivos con una marcada personalidad.

Diseño de Viñedo de Finca Atos

La plantación está orientada de norte a sur para permitir una amplia radiación solar. En época de lluvias, las pendientes favorecen el drenaje del agua hacia la vertiente. Diseñado en función del clima, es un viñedo con baja densidad de plantas por hectárea, lo que favorece la aireación e insolación de la hoja y los racimos.

Para evitar la erosión se dejó el manto vegetal, que tiene además la función de compartir con las vides el agua disponible en el terreno, fijar el nitrógeno y aportar materia orgánica al terreno. Al no usar herbicidas ni arar, las hierbas de la zona como el llantén, carqueja, diente de león, incayuyo, entre otras, crecen entre los espalderos.

La convivencia con la fauna silvestre no fue fácil. En los primeros años nos dimos cuenta de que diversos pájaros, entre ellos los zorzales, así como familias de zorros se alimentaban de los granos maduros. Diseñamos entonces una malla antigranizo que fuera eficiente para resguardar los racimos, un sistema romboidal que actualmente utilizamos y que protege también en caso de caída de granizo.